Álex (Fernando Tejero) y Virginia (Malena Alterio) son una pareja joven que tiene el clásico proyecto de vida en común. Boda, piso de propiedad, trabajo fijo e hijos.
La película se centra en los preparativos de ese proyecto. La búsqueda de un piso en propiedad, simultaneada con los preparativos de la boda. Nada fuera de lo común, lo que han hecho millones de personas desde que dejaron de compartirse las cavernas y se empezó a firmar papeles para formalizarlo todo.
Pero estamos en tiempos de crisis y lo que durante años ha funcionado ahora cae por su propio peso.
La especulación urbanística ha existido siempre, solo que ahora tiene graves consecuencias para el ciudadano de a pie. El plano inicial de la película es sobrecogedor, una vista aérea de una ciudad española de la costa, se deduce que Benidorm, que no es otra cosa que un cúmulo de enormes edificios construidos sin ningún criterio urbanístico o estético.
En las afueras de esta ciudad es donde los protagonistas invierten todos sus ahorros y los de la familia de ella en la compra de un piso sobre plano con vistas al mar.
Pero una vez construida la estructura, la obra se paraliza y los protagonistas se quedan sin su piso. A partir de aquí la vida de Álex se desmorona, uno a uno van cayendo todos los pilares la sustentaban.
La película es previsible, cuenta una historia simple que te puede pasar a ti o a tu vecino. Bien resuelta por los protagonistas, cuyo mayor reto era conseguir desencasillarse del mundo de la comedia ( y lo consiguen), pero algo precipitada en la resolución final.
Me quedo con el transfondo, aunque la crítica a la especulación y a la burbuja inmobiliaria sea muy light. El protagonista repite en varias ocasiones que él solo quiere las cosas básicas para los suyos, un trabajo, una casa...Él se pregunta por qué alguien se queda con su dinero, su casa, le destroza la vida y sigue viviendo como si nada...
Supongo que esta no llevará al final "cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia"...
ResponderEliminarai.. las cosas básicas... el piso se conviritió hace tiempo en un bien con el que hacer apuestas. Precisamente como era básico pensaron.. no lo dejarán caer. Pero toda burbuja cae.
ResponderEliminarServidora va estar apunt a punt de patir el mateix fa uns anys… Però li van tornar la paga i senyal… I maleïda la gràcia...
ResponderEliminarAmb la casa i el pa no s’hi hauria de jugar, però es fa....
Porca miseria...
Marta@ Basicamente porque es pura realidad...
ResponderEliminarBororo@ Y bien que cayó la burbuja...y todo el mundo lo decía...y todo el mundo compraba por encima de sus posibilidades...y encimalos bancos y las constructoras estafaban con precios abusivos...
Anna@ No se debería jugar...porque es la vida de las personas y con eso no se juega...