domingo, 21 de abril de 2013

Capricho de domingo


Domingo de abril. Hace un día radiante, ni una nube en el horizonte, veo el mar desde casa jugando entre el verde y el azul . 
Los veleros  ya han salido ha navegar, como todos los domingos, buscando el viento y el sol.
Salgo de casa y paseo por la playa, compro la prensa y en la panadería, me entretengo a mirar el mostrador, mientras me cortan el delicioso pan gallego que me ha devuelto la fe en los panaderos.
Y allí está, el mini tortell de nata que me recuerda a la infancia, sí, más chic, más pequeño, más adornado pero igual de bueno.

Que bien sientan los caprichos cuando se hacen porque sí.